Podría hablar de dinero pero mi relación con ese señor ha fluctuado
entre escasa, esquiva e inexistente, así que no me siento yo muy
motivado para hablar de él. Podría por tanto hablar de felicidad,
pero tampoco he
sido yo muy agraciado con los favores de esa señora,
y además sería extenso el
tema, con tantas formas diferentes de
felicidades y de señoras que hay. Así
pues, dejaré de disimular que
hoy tengo algo interesante que decirles a
ustedes, señoras y señores,
y no diré nada más. Por cierto, la viñeta de hoy es
versión nueva
de una viñeta que hice hace una década. Hasta luego, señoras
y
señores naturales, no se sepulten ustedes en
artificios asfixiantes,
porfaplis.