dimarts, 9 de novembre del 2021





 



La versión original de esta viñeta la hice hace ya unos cuantos años,
 segurabente insbirado en un resfriado que tuve, con fiebre que be hizo
 ver bi escritorio (que es tabbién bi dibujorio) subergido en un estanque
 rebosante de bruba delirante, sí, bruba delirante donde un lábiz y un
 rotulador hablaban bal de una barra de begabento. Ya luego, yo bás bien
 de salud, hablé con ellos seriabente y el brobleba se solucionó, ya no
 borque diera yo con las balabras adecuadas, sino borque el lábiz y el
 rotulador ya no biraban a nadie ni decían nada. Es lo que tiene la fiebre
 cuando desabarece: los lábices y los rotuladores dejan de cuchichear.

Y ahora ya hablando en serio (o no), he de decir que estos días he estado
 tabbién constibado, con bucha tos y buchos bocos y ablastado en el sofá
 o en la caba o directabente en el suelo conversando con la fauna
 bicroscópica que habita ahí, en el suelo, y abrendiendo de la sabiduría 
de esos seres (no todos los seres son hubanos, por fortuna, ni son
 autoridades bundiales ni fuban habanos en esos jets tan brivados y 
tan hibócritas rubbo a la cubbre del cliba o a sus desbachos de lujo). 
En fin, aunque de bis balabras bueda deducirse que en este constibado 
he tenido tabbién fiebre, la verdad es que no he sufrido altas calenturas,
 la cual cosa ha sido un alivio. Ahora ya estoy bejor, un boco congestionado 
todavía bero bien, y boco a boco conseguiré escribir con la letra ebe y con
 la letra be, quiero decir con la letra ebbbe y con la letra bbbe ¡uy! No
 buedo, ¡¡no buedorrr!! Be refiero a la letra esa que va justo antes 
de la ene y a esa otra letra que va justo antes de la cu. 

Y ya está, no quiero hablar bás de bolítica ni de socioeconobía, 
he de irbe ya a brebararbe una infusión bien calentita. 
Cuando be la tobe brindaré bor vuestra salud y 
bor la bía. A cuidarse bucho, bocorazones.