“―Ahora y aquí, muchachos ―repitió el pájaro una vez más, y bajó
aleteando de su percha en el árbol muerto y se posó en el hombro
de la
niña. Esta peló otra banana, entregó dos tercios a Will y
ofreció el resto al
mynah.
―¿El pájaro es tuyo? ―preguntó Will.
Ella meneó la cabeza.
―Los mynah son como la luz eléctrica ―declaró―. No pertenecen a nadie.
―¿Por qué dice esas cosas?
―Porque alguien se las enseñó ―respondió la chiquilla con
paciencia. ¡Qué burro!, parecía insinuar su tono.
―¿Pero por qué le enseñan esas cosas? ¿Por qué “Atención”?
¿Por qué “Ahora y aquí”?
―Bien… ―Buscó las palabras correctas para explicar lo evidente a
ese extraño imbécil. ― Eso es lo que uno siempre olvida, ¿no es así?
Quiero decir, uno se olvida de prestar atención a lo que sucede.
Y eso equivale
a no estar ahora y aquí.
―Y los mynah vuelan de un lado a otro recordándolo… ¿es eso?
La niña asintió. Por supuesto, era eso. Hubo un silencio.”
Fragmento de “La isla”, novela de Aldous Huxley publicada en 1962.
Traducción de Floreal Mazía para la edición en Edhasa de 1986.
¿Y por qué volver a hacer un ahora que ya es pasado? Pues porque
volver
a hacer no siempre significa repetir, al menos en este caso
hay algunas cosas
diferentes, ya no en el texto pero sí en el dibujo.
Y no añadiré nada más. ¿Por
qué? Porque colorín colorado…
este ahora ya se ha terminado.