Podría decirse que
esta viñeta es un chiste típico de náufragas, o un típico chiste
de músicos, o
un chiste fatal sin más. Qué más da, prefiero decir que esta viñeta
la publiqué
el jueves en Patreon. Allí voy colgando también viñetas, la mitad son
viñetas
exclusivas (solo pueden verse allí) y la otra mitad (como el chiste fatal)
la
publico también en lugares como Blogger. Allí en Patreon solo l@s mecenas
pueden ver lo que se publica. Hay artistas que tienen unos pocos miles de
mecenas y hay acapus como yo que tienen la apabullante cifra
de dos (2) (two)
(un par de) mecenas. Sí sí sí.
Estoy en Patreon
desde marzo y la idea es que, poco a poco, podré contar
con tres, cuatro o…
(será eso posible?) ¡cinco mecenas! No sé, ojalá. Si puedes
y quieres apoyarme
de ese modo (puedes colaborar con 1 € al mes), búscame
en Patreon y me darás
una (1) (one) (una grande y libre) alegría.
Y ya está, eso
quería decir. Otro día hablaré del estado de alarma, de las demencias
absolutistas y de las monarquías absurdistas. O no, no hablaré de eso otro día
ni
tampoco hoy, que ya estoy hasta la peineta, que una cosa es tenerle respeto
a la
pandemia y otra cosa muy distinta es la pésima comedia de mal humor que
nos
han colado. Así que dejaré de refunfuñar y recordaré, ya para terminar,
aquello
que decían los hermanos Marx. Sí, aquello de La fase contratante de la
primera
fase es vinculante con la fase desconfinante de la segunda fase, porque
sabido es que la fase desfasante de la ninguna fase es consecuente
con la fase
paseante de la tercera fase.
Pues eso, que elijo
convertirme en extraterrestre y exiliarme en un cineclub
clandestino para ver en
buena compañía y sin mascarilla la versión original
de Encuentros en la tercera
fase. Porque ya no me siento español ni súbdito
obediente de ningún estado
reinante, yo soy un valenciano de Castelló y
un marciano muy lunático. Ale,
hasta luego, alienígenas. Nos vemos en
La Luna, en El Marte, o en el confín más
amado del Universo Amante.