dissabte, 4 de febrer del 2023

 







Hace unos años, siglos quizá, me contaron el cuento de Alguien que 
envió a su pareja a la óptica para que pudiera ver el Love que les unía.
 Haced unas gafas que permitan a mi pareja ver el Love que nos une, 
dijo Alguien, y así se hizo, las gafas se hicieron y su pareja, ya con las
 gafas puestas, vio claramente el Love intenso, apasionado y repleto 
de armonía que sentía por la óptica. Y allí se quedó, en poliamor con 
la óptica, con el óptico y con la señora o el señor de la limpieza, quien
 tiernamente limpiaba cada mañana los ojos de la ya expareja con 
mucho mimo y, claro que sí, con muchísimo Love. En el cuento que 
me contaron hace unos siglos, milenios quizá, Alguien se entristeció
 tanto tanto que acabó convertido en Nadie, y así, invisible y sin
 documentación, recorrió las calles, las plazas y los bosques, las playas 
y los montes, hasta encontrar, en un pueblito perdido, el Love con los
 ojos más bellos que jamás Nadie había visto. Y aquellos ojos tan bellos 
y también tan sabios vieron a Nadie y vieron también el Love y vieron, 
en fin, el final feliz de este cuento que, discretamente, sin desvelar 
más secretos, cierra los ojos y dice Colorín Colorado 
este cuento ya se ha terminado.