No tuve vergüenza ninguna hace 6 años de hacer la primera versión
de esta viñeta, y menos aún de publicarla. Hoy tampoco tengo reparo
ninguno, pues a pesar de los elementos típicos y sobre todo tópicos
que uso en
la viñeta (bombillas incluidas), no quiero renunciar a eso
ingenuo (hay quien
diría estúpido) (que lo diga) (tantas estupideces
se dicen…) que algunas veces
nos salva del sinsabor cotidiano y del
amandono también cotidiano. El amandono
es eso que suele suceder
en sociedades llenas de mandones, mandonas y, faltaría
más,
mandonos vestidos de uniforme o vestidos de bestiodios.
Bestiodios es una
palabra que sirve para definir un tipo
específico de caca que por desgracia
abunda mucho hoy
día y también hoy odia. Y ya está, no digo nada más,
otro día
encenderé otro pensamiento, u otro dibujo,
u otra sinvergonzonería alejada de
todo aquello
que nos aleja de lo bello que es vivir.