El otro día hablaba con mi amiga Estel de la actual situación
sociosanitaria
actual (que es, por cierto, un tema muy actual) y surgió la
palabra sensirrebelde.
Le surgió a ella, y la soltó así sin más en medio de la
conversación, como si fuera
una palabra de esas de toda la vida, tipo casa o
feldespato o mojiganga. Me quedé
fascinado con la palabra, no la había oído
nunca e intuí en un arrebato de lucidez
excepcional (digo excepcional porque no
me abundan los arrebatos de lucidez)
qué acababa de suceder: Estel había
cometido el delito de inventar una palabra
(o, si no se la había inventado, la
había reinventado). Y, no contenta con tamaño
atrevimiento, encima tuvo la
desvergüenza de regalármela.
Ella es así, un ser bioquímicamente extravagante y filosóficamente
excéntrico,
pero es una persona muy así en plan persona y por eso no la
denuncié a la Policía
del Pensamiento. Y desde aquella conversación he tenido
la palabrita esa revoloteando
persistente y jolgoriosa, grácil y elegantona,
por los cielos de mis pensares,
y, mira tú por dónde, la palabrita lograba
sintetizar cosas muy amplias y dispersas
con sus escasas 13 letras. Incluirla en la
viñeta de hoy me permite devolverle
al mundo lo que el mundo me dio de la mano
de Estel. Y me permite también
aprovechar la ocasión para decirle al libro que
un día Estel escribirá: Te voy a leer.
Y no diré más sobre ese libro no nato, porque los libros, cuando están
gestándose,
no necesitan que se hable de ellos, lo que necesitan es que
los
dejen en paz. Y hasta aquí puedo leer.
Pero antes de terminar hay un AViSO MUY iMPORTANTE, porque antes de
empezar a usar Sensirrebelde debe usted leer este breve prospecto:
—Sensirrebelde no es un medicamento, puede administrarse
sin receta
médica y también sin permiso de la RAE.
—Sensirrebelde no cotiza en bolsa (no es un artículo de lujo como
el
agua) ni es amiga de los ladrones de Wall Street.
—Sensirrebelde es ideal para artículos de crítica social y ensayos
underground, pero también puede utilizarse para series de TV
(ejemplo:
Sensirrebelde Way) y desodorantes (ejemplo: si tu
sobaco canta ópera,
embadúrnalo con Sensirrebelde HeavyMetal
MegaPlus, y convierte tus axilas en
dos fantásticos Megáfonos
Surround Sound with Low Frequency Effects, Oh Yeah!).
—Si después de usar Sensirrebelde siente usted dolor de estómago y
empieza a vomitar cosas fosforescentes y sus deposiciones son de color
burdeos
pálido y tiene problemas de hígado graves y su piel se le cae
a trozos grandes
y la lengua se le hincha como el neumático de una
rueda de camión y le aparecen
bubones de peste negra y ya no respira
y su corazón ya no late y a usted ya
solo le quedan los huesos…
eso es que usted se ha muerto.
—Los niños mayores de un año de edad que pesen más de 10 kg pueden
usar
Sensirrebelde. Los demás niños también. Las niñas pueden
usarla siempre, antes
incluso de nacer, que por algo son
más listas y más sensirrebeldes ;-)