diumenge, 23 de febrer del 2020





"A la larga la máscara se convierte en rostro"

Marguerite Yourcenar











Hay carnavales rebosantes de fiesta, música y colorido que duran un día o dos o 
más, la gente se disfraza para reírse y sorprenderse. Y hay carnavales menos 
alegres que duran toda la vida, son los más abundantes; ahí caben algunos que 
en realidad duran toda la muerte, porque destruyen con mucho tesón sus 
propias ganas, sus ilusiones (y, si les dejas, te chafan las tuyas, también). 
Zombis, fantasmas, almas en pena eterna… abundan tanto que esta breve 
reflexión se haría larga y pesada, así que saldré sin más del carnaval, de 
la máscara y del antifaz y diré cuatro cosas muy bien dichas.

Y estarán bien dichas porque las diré yo (le acabo de dar una patada en el pompis 
a la falsa modestia) (es una verdadera molestia, la falsa modestia) (o eso decía una 
sabia modista) (cierro paréntesis) )y ahora los abro, hala( ¿Por dónde iba? Por las 
cosas. Las cuatro cosas. Cosa primera: Vida Cotidiana es una señora que, cuanto más 
natural va, más hermosa es. Cosa segunda: Antifaz Cobardica es un señor que no me 
cae bien, pero me gusta mucho cuando se cae. Cosa tercera: Supremo MercaDios no 
es un señor ni una señora, es un cochino engaño. Cosa cuarta: No importa si eres un señor 
o una señora o ni lo uno ni lo otro, sal del escondite y sé persona. Sé persona 
desnuda y no 
te rindas, por más disfraces que se interpongan en tu camino. Me han dicho que 
Desvergonzada Felicidad anda buscándote, y si te tapas mucho no sabrá encontrarte.



X.S.