Este verano regalé algunos dibujos, en momentos y por motivos
diferentes. Todos fueron regalos hechos con el corazón, y este fue
uno de ellos, muy especial porque iba dirigido a una persona que
conozco desde que era pequeñito y que ahora comienza una nueva
etapa muy ilusionante con su Clarión de siempre. Clarión no es solo
su lugar de trabajo, es también, y sobre todo, una manera de estar
en la vida y de tratar a la gente. Mi barrio, sin Ana, no sería el
mismo, y por eso quise agradecerle, con aquel dibujito,
el hecho de ser como es, de luchar como está
luchando, de no rendirse a pesar de
tantas dificultades... Y enmarcó
el dibujo y quedó así de
chulo, y además...
¡Lo tienen allí bien a la vista!
En fin, esto es, para mí, un tesoro de los grandes.
Gràcies, Ana :-)