dilluns, 29 de novembre del 2021








 








Aprendí hace mucho tiempo, cuando vivía en la época de Matusalén
(luego os contaré algo de aquella época), que es bueno dar las gracias.
Cuantas más veces mejor, las gracias no se agotan por darlas mucho.
Yo doy mucho las gracias y por eso hay gente que dice que soy muy
gracioso. A esa gente le doy las gracias por no darse cuenta de que
yo soy muy serio, y que cuando soy gracioso es sin querer.

A lo que iba: Gracias le doy a Teresa, por encargarme una camiseta
de manga larga con los abrazadados, una camiseta que por azares del
destino se desdobló en dos: una de manga larga y otra de manga corta.
Y gracias también a su hijo, por hacer de modelo para alguna de las fotos
que hoy me ha enviado Teresa. Y gracias también a Correos, por hacerle
llegar tan enseguida las camisetas a Madrid. Y gracias de nuevo a Teresa
por las fotos, en la tercera podéis ver las camisetas ahí una junto a la
otra y cuando le he pedido una foto con las camisetas menos arrugadas,
me ha contestado esto: “Están arrugaditas porque, según yo, de esta
manera son como más… que te las imaginas puestas, quiero decir,
como que están rellenas por algo, o por alguien, ¿no?” Ante una
lógica tan creativa, solo he podido subirme a un naranjo que pasaba
entonces a mi lado y aplaudir sin descanso hasta que un policía
me ha dicho que si me parecía bonito, a mi edad, hacer cosas así.
Yo le he dicho que no y me he ido corriendo avergonzado a otra
calle a buscar otro naranjo para seguir aplaudiendo
en compañía de mis edades todas.

Por cierto, hablando de edades, vuelvo a Matusalén: os decía antes
que viví en aquella época, puede parecer raro que yo ya viviera
entonces pero es que yo tuve una infancia muy larga y me costó
milonios (sí, milonios) crecer y ser por fin un hombre hecho y derecho.
A ver si en un milonio o dos más consigo ser por fin ese hombro
(sí, hombro) (un hombro es alguien que vive haciendo equilibrios
en un lugar que hay entre la cabeza y el corazón).

Y nada más, quien quiera camisetas o tazas made in acapu ya sabe
dónde encontrarme, estaré con Matusalén. Y estaré dando las gracias
a personas así, como Teresa, por ser así como son, y compartirlo
así de una manera tan maravillosa y personal. Gracias mil :-)