dilluns, 16 d’octubre del 2017








Agua. Agua para los incendios
Para los incendios mucha agua
Para los de aquí y los de allá, los 
del monte gallego, los de la pradera 
americana, agua, agua para mis montañas 
y para las tuyas, las asturianas, las valencianas, 
agua para los incendios todos del alma torturada... 

Agua para los que no supimos decir todo el amor que 
cabía en nuestra mirada, agua... Para las que escondieron 
su libertad en los eriales resecos de su miedo. Agua. 

Agua para los trolls, agua a borbotones, que 
se apaguen sus rancios y cobardes clics

Para las banderas en las ventanas 
que aún niegan la barbarie de 
la represión aquel primer 
día de octubre, agua, 
que hace la vista 
clara. 

Para el 
imperio miope 
que aún quiere mantenerse 
unido aplastando. Agua, dos botellines 
de agua y a beber charlando. Para los incendios 
del fanatismo, agua y a saciar la sed milenaria de 
sus neuronas. Para la autoridad y la banca cruel que 
nos desahucia, nos recorta y nos deja sin refugio, agua, 
mucha agua de mar para que sepan lo que es ahogarse 
mientras ellas cuentan sus beneficios, y el 
rebaño encuentra el sentido de 
su vida en un gol... 

Agua. Agua 
para el gobierno inepto 
que cerró los oídos a la voz de 
medio pueblo, y ahora solo tiene 
155 salidas ajusticiadoras, agua. Agua 
de río que les cante las cuarenta. 

Para los incendios todos
agua. Agua bailarina que abrace 
a la gente que sabe hablar con la gente, 
y con la gente que no sabe pero aprende, 
tartamudeando, balbuceando o temblando... 
agua fina bailarina para todas las mujeres que 
perdieron sus caricias a puñetazos, agua madre y 
limpia, la que mana de sus sueños, la que les dice que 
son grandes, que son personas, que son agua de primera 
calidad. Agua para ti, agua para el niño que está al borde 
de morir de hambre y de sed a solo unos kilómetros de 
un verde y rico y miserable campo de golf. Agua 
para los bomberos, para la guardia forestal, 
mucha agua serena para ellos y para 
ellas, porque a pesar de los pocos 
medios siguen peleando 
contra las llamas 
y contra la 
cortina 
de humo. 
Ahí están, 
aguantando las 
ganas de escupirle a 
la cara al poder infame 
que les negó los últimos años 
un camión cisterna nuevo, o 
más personal... porque para 
eso nunca había dinero, ya 
se sabe: la crisis, el rescate 
a la banca, las alfombras 
rojas para que las grandes 
fortunas sigan incendiando 
las pequeñas economías 
de millones de familias... 
Agua agua agua. 

No agua del aguantarse 
y a joderse, de esa ya tenemos 
las tripas hinchadas. Agua de la de 
verdad, de la nuestra, de la que nos 
secuestran las ansias privatizadoras 
del negocio a toda costa. Agua de 
la que alimenta solo con verla. 
Agua. Agua para mí. Agua 
para todas las artistas 
que día y noche 
nos bebemos 
la sensibilidad 
extrema de nuestras 
entrañas en un vaso de 
indiferencia general. Agua 
también para quien no cree 
en el cambio climático, como si 
lo que nuestros pulmones tragan 
a diario fuera cuestión de creer o 
no creer, como si el plástico en los 
océanos fuera una cuento, una leyenda, 
una Atlántida perdida más. Agua para que 
se vayan por el desagüe tantas cucarachas 
disfrazadas de petroleras. Agua para que se 
desatasquen los prejuicios. Agua del Carmen 
para la médica que se bebe noche y día 
el trago amargo de un hospital sin 
camas. Agua potable para 
llenar las botellas 
vacías de ética 
de los mass media
tan acostumbrados están 
a chapotear en sus estanques 
de agua podrida... que lanzan 
al mundo olas sucias de publicidad 
y creen estar lanzando glamurosa y 
persuasiva erótica del poder. 

Pero queremos agua. 
Agua para los incendios
Agua para la gente buena que 
no quiere ser lobo con piel de 
cordero, y no lo es, porque nunca 
se cansó de cavar en el desierto buscando 
su propio manantial. Agua para las meigas, 
que hoy lloran en el bosque que las imaginó, 
y mientras lloran lo riegan, y cuando acaban 
de llorar buscan más agua y nuevas semillas
porque las meigas no se rinden, saben que 
el agua que cura las heridas del bosque 
 está allá donde la razón y el corazón 
se encuentran. Agua. 

Necesitamos agua de verdad
no verla en una pantallita, no: Agua, 
solo eso, agua para nosotras, las gentes 
que somos eso, agua. Agua y poco más. 







)) Water ((