En el rincón del mundo donde vivo estamos hoy de elecciones. Y me da por
pensar que una urna es una caja, y aunque para alguna gente es una
caja llena
de promesas, deseos y regalos (para alguna gente hoy es la fiesta de
la
democracia), para mí es una caja funeraria y hoy se celebra, como en tantas
y tantas otras convocatorias electorales, el entierro de la democracia. No
vivimos
en democracia plena, ni tampoco medio llena, ni siquiera medio vacía. Y
si
alguien me pregunta: ¿Pero mejor esto que una dictadura, no? Le respondería
que sí, que mejor esto, pero mejor una democracia de verdad que un
sucedáneo…
Un simulacro de libertad que sirve para elegir, cada 4 años,
a nuestros
dictadores o dictadoras. Aun así, hoy, creo que iré a votar,
muy a regañadientes
de mí mismo pero iré. Y diría más para explicar
esta aparente contradicción, pero
lo que diría ahora no sería más
bello que el silencio, así que hasta luego.
Feliz día.