Quien más quien menos sabe lo que es dar el pésame, y sabe también
lo que es recibirlo, y sabemos que no suelen ser experiencias bonitas,
aunque sí son muestras de cariño, de respeto y, en fin, de algo bonito
que compartimos muchas personas a pesar de los pesares. Pero, y esto
hay que decirlo por si acaso a alguien se le olvida llegado uno de esos
momentos: nunca se os ocurra darle el pésame a la persona fallecida.
Que ya bastante tiene con haberse muerto, no se lo pongamos más
difícil todavía... Los pésames, para los vivos, sí sí sí, pero
no muy largos ni muy pesados, porfaplis.