diumenge, 17 de juliol del 2022







 





En el centro de la estancia, una escuálida bombilla apenas ilumina 
un contrabajo herido. Altivo, todavía se mantiene en pie, ajeno al
 silencio que se muere de frío agarrado a las paredes vacías. A lo lejos,
 una rendija fina y blanca chirría y se hace puerta, y los ecos de cristal 
de un piano perdido entran sin pedir permiso. Llegan a tiempo 
para fundirse con la última queja de él.





>> YEHA-NOHA <<