dimarts, 2 de juny del 2020














¿Qué es un pensamiento negativo? Un pensamiento que resta, que nos echa hacia atrás, 
una involución. Trump, el presidente de Estados Unidos, es eso: un paso atrás en la 
evolución, un pensamiento negativo que en vez de llevar a su país hacia 
adelante lo ancla en una alucinación desfasada y violenta. 

La manera de afrontar las protestas provocadas por el homicidio de George 
Floyd cometido por un policía muestra su lucidez como presidente: ninguna. 
O menos que ninguna. Es un niño rico que juega con gasolina (y con lejía) 
y nunca asume su responsabilidad en el incendio (o el envenenamiento)
Se le ha definido como un supremacista blanco, y también lo es. Y como todos 
los racistas solo puede ver la realidad restándola, oscureciéndola, negándola para 
que triunfe su ambición alucinada. Que no se entera, vaya. No se entera de dónde 
han salido esos negros, ni tampoco esos blancos que se solidarizan con ellos, 
no recuerda la historia de su propio país, la importación sistemática (y la cría 
también sistemática) de esclavos, el genocidio voraz de millones de 
indígenas americanos. Y si recuerda la historia, la niega, como todo 
buen pensamiento negativo ha de hacer, hasta la victoria final. 

Trump se autosatisface con su propia nulidad, se encierra en su búnker, o en su iglú, 
o en su caja fuerte, y todo lo demás le es ajeno, lo condena, lo pisotea, lo 
menosprecia. Es, insisto, un genuino pensamiento negativo, garante de 
los prejuicios más tradicionalmente bobos. Por eso no cree que haya 
vida más allá de él, todo empieza y termina en su paraíso 
inventado, por los milenios de los milenios, amén. 

Y sin embargo la hay, hay vida más allá. Ya lo decía Galileo: el planeta se mueve, 
a pesar de todos los santos tribunales, la vida se mueve más allá de las directrices 
de un loco peligroso, por más todopoderoso que el loco sea. Por eso cierro ya 
esta reflexión, porque hay cosas más bonitas y estimulantes en 
las que ocupar mi tiempo. Y vuestro tiempo. Hasta luego… 















(la versión original de la viñeta ya la publiqué en este planeta hace poco más de 3 años