DiARiO DE UN BORREGO FALLiDO -7-
El guardia fronterizo se planta delante de mí y con sus ojos fríos me pregunta:
—¿Y tú de dónde eres?
Le respondo desde mi cuerpo todavía bañado en lágrimas:
—Soy de mi último naufragio, señor agente. Yo soy de mi último naufragio.