En mi caso no fue ayer, fue hace unos días cuando me metí
en ese lugar. Por lo menos fue en la parte sana de ese sitio, y
no en la parte cochina... Pero sí, me metí ahí. Fue al entrar en un
blog que estaba muy bien, me gustó mucho el contenido: directo,
diáfano y conciso... y además... no admitía comentarios.
Me quedé allí, bien a gusto, un ratito y... sí, lo confieso:
sentí una envidia de esas sanas, de esas que susurran: "jo, qué guay,
esto está genial así y yo también quiero eso para mi blog."
Y claro, enseguida caí en la cuenta: solo hace un par de meses que
volví a activar los comentarios en este planeta, después de un período
largo de tenerlos inactivos. Ay ay ay... Sí, entré en contradicción.
Y yo cuando entro en contradicción... no me soporto. Tengo que
salir pronto de ahí o acabo empezando lo que ya acabé.
(Sí, así acabo yo en situaciones así:
atrapado en el bucle absurdo de empezar lo que ya acabé)
atrapado en el bucle absurdo de empezar lo que ya acabé)
Me vi bamboleando en la cuerda floja de la indecisión y... lo confieso,
querido público: es algo con lo que no puedo. En esto soy de natural
intransigente, y no solo conmigo, me pasa con todo el mundo.
"Las cosas claras y el chocolate espeso", me decía un colega
mientras se curraba un porro y yo le reprochaba
que le metiera tanto costo...
(uf, qué porros aquellos, bien cargaditos
y bien humeantes...)
Pues sí, no me gusta tener
las cosas inclaras, y
aunque ya no
fumo porros
y ya solo
tomo chocolate
en taza, pienso como
mi colega: "La vida es
como un porro: si tienes ganas
de fumártela pero no te decides...
acabarás más quemado que el culo
de un cohete."
Sí, mi colega era muy gráfico en sus explicaciones existenciales...
Pero a lo que íbamos: no me gusta vivir en la inclaridad
durante mucho tiempo. Cierto es que es bueno tener paciencia
con Segúnquégente y también con Migomismo,
pero llegados a cierto punto...
Llegados a cierto punto hay que saber salir de los bucles infinitos.
Y por eso, después de entrar en aquel blog que no admitía comentarios
y sentirme indeciso en grado sumo... Fui a ver a mi psicoterapeuta.
No sé si os he hablado nunca de mi psicoterapeuta.
Es un tipo muy simpático.
Voy a saludarlo y así lo conocéis:
¡Buenos días!
Bien. Ya lo habéis conocido (o reconocido).
Es un tipo coherente donde los haya, y me ayuda
a recapacitar cuando pierdo el sur (yo el norte
no lo pierdo casi nunca, yo si acaso pierdo el sur).
Pero... en fin, a lo que iba: después de tener
una sesión de 54 horas y 12 minutos con mi
psicoterapeuta, tuve claro el tema:
No tenía ni idea de lo que quería hacer
con los comentarios de mi blog. Recordé que
cuando lo inauguré, desactivé los comentarios,
y que 9 meses después los abrí. Y que año y medio
después los volví a quitar, y que 7 meses después
los volvía a activar... y que ahora, después de 2 mesecitos
con los comentarios activados...
Ardía en deseos de volver a cerrarlos para siempre.
Así que salí a caminar por aquí cerca de mi casa,
por los caminos que salen de Castelló-city y se meten
en los huertos y llegan a la playa y suben luego por la carretera
hasta llegar a Logroño capital y, así como sin querer,
llegué a Dublín, pasando antes por los campos de Castilla
y por la albufera de Valencia.
Tanta caminata me llevó a despejar la inclaridad,
vi claro que yo comento muy poco en los otros blogs,
que me gusta muchas veces ir de aquí para allá pero
sin dejar comentarios, y que no me disgusta que la gente
comente en mi blog, y que lo correcto para con la libertad
de expresión es no impedir a nadie que comente
mis posts, y que, como dice mi agente,
es bueno que yo deje comentarios
en abundancia por todos lados,
para promocionarme,
y que también
me interesa
que la gente
comente en mi
blog, porque eso
genera buen rollo y
estimula la fidelidad en
las visitas y que cerrar los
comentarios es algo así como
apagar luces del escaparate...
Por cierto, ¿conocéis a mi agente?
Lo voy a saludar:
¡Buenas noches!
Es majo, mi agente, ¿eh? :-)
Bueno, en resumidas cuentas, después
de tantas cavilaciones en aquella larga caminata,
vi claro un montón de argumentos que me indicaban
que lo más sensato, lo más coherente y lo más normal
era dejar abiertos los comentarios.
Sí, pero...
Vi claro que seguía viéndolo inclaro.
Hasta que...
En fin, hasta que decidí hacer lo que
me sale de la intuición, lo que me permitirá
vi claro un montón de argumentos que me indicaban
que lo más sensato, lo más coherente y lo más normal
era dejar abiertos los comentarios.
Sí, pero...
Vi claro que seguía viéndolo inclaro.
Hasta que...
En fin, hasta que decidí hacer lo que
me sale de la intuición, lo que me permitirá
fumarme la vida a mi manera, no como se supone
que hay que hacerlo (cosa que nunca he sabido hacer,
la verdad), sino como siento y pienso que debo fumármela.
Una cosa es verlo todo claro
y otra es sentirlo todo claro.
Y cuando lo ves y lo sientes claro...
En fin, ahí se acaban las dudas.
Una cosa es verlo todo claro
y otra es sentirlo todo claro.
Y cuando lo ves y lo sientes claro...
En fin, ahí se acaban las dudas.
Y es por eso que cierro los comentarios
de este planeta llamado Acapu de manera definitiva.
Quiero agradecer, eso sí, a las personas que
han dejado sus comentarios estas últimas semanas,
a pesar de que yo no he estado muy prolífico en
palabras en sus blogs. Y en especial a M. Roser, que
ha aguantado ahí en solitario en los últimos posts,
y a Tesa Medina, María Paz, Amapola Azzul,
Rafa Hernández, Ishtar, Raquel, Antonio y Marinel.
Rafa Hernández, Ishtar, Raquel, Antonio y Marinel.
Muchas gracias por no cansaros de venir tantas
veces y con tan buen rollo... :-)
Y también a Eider, Luz Leira, La Malquerida, tRamos,
Cayetano Gea, Tracy, Anna Jorba Ricart, Tamara VN,
Pilar V, I.R.H., Fernando Christian Rodríguez, anuar bolaños,
Cristina Parias, María Socorro Luis, Montserrat Llagostera,
Athenea, Luz Caroba, LA ZARZAMORA, sa lluna, Pato,
emejota, Carlos MxAx, Juan Carlos Partidas, Arantza G.,
RECOMENZAR, Loreto Giralt, Xindansvinto, Adriana,
Mª José Sánchez, Isabel Martínez Barquero, Milena,
José Vte., Juglar, Loli Pérez y angalu.
Sé que todo esto suena a despedida
(y en cierto modo lo es)
pero nos seguiremos viendo,
por lo menos durante un tiempo,
y es muy posible que deje caer algunas
palabrejas en vuestros blogs, aunque sea
muy de uvas a peras. Y por otro lado...
Casi todo lo que publico aquí, sale también
en mi página de Facebook Manos arriba, esto es un Acapu.
Y una buena parte, en la comunidad de dibujantes Mi Lápiz.
En esos sitios podéis comentar sin problemas.
En esos sitios podéis comentar sin problemas.
Y esto es todo por hoy, siento si alguien
no acaba de aceptar muy bien este baile
que tengo con los comentarios, pero entre
gente rara nos comprendemos y sabemos
que la vida cada cual se la fuma como
buena o malamente puede...
Y ahora mismo yo poco más puedo dar,
aparte de mis microrrelatos dibujados (léase viñetas)
y demás historietas pintarrajeadas (léase cosas
que hago) :-)
que hago) :-)
Ahí va un abrazo para quien lo quiera.
:-)
Y antes de despedirme, voy a saludar
a mi secretario particular, no sé
si sabéis quién es...
¡Hasta pronto, Cactus!