OTRA ViÑETA DE CAMPANAS (y ya van 3)
estas dos aún han tenido el valor de querer
salir otra vez. Y yo no he tenido más
remedio que ceder a sus caprichos.
Porque, ahí donde las véis, tan tranquilas ellas
y tan colgadas en las alturas, esas dos campanas
son muy insistentes muy insistentes muy insistentes
muy insistentes muy insistentes muy insistentes muy.
Insistentes.
Sí. Insistentes mucho son.
Estuvieron días y días y días y
días y días (y noches) (y noches)
(y noches) (y noches) (y noches) dando
la vara con el tema Queremos salir otra vez
en una viñeta, Queremos salir... (etcétera) (etcétera).
Y al final les dije que sí. Eso sí: con la condición de que
esta sea la última viñeta en la que salen. Sí, así fue.
Llegamos a un acuerdo y me prometieron que
ya no volverán a las andadas.
Así que asunto arreglado.
Sí sí sí.
Aunque...
No sé si fiarme.
No sé si fiarme, porque ya lo dice el refrán:
No lancemos tan pronto
las campanas al vuelo...
(uy)
(ahora no recuerdo cómo era el refrán)
(a ver...)
(a ver, intentémoslo otra vez)
Porque ya lo dice el refrán:
No lancemos tan pronto
las campanas al vuelo...
Exactamente. Gracias por
echarme un cable, Cactus :-)
Muy bien, y ahora casi despediremos este post.
Y lo haremos con una viñeta que salió publicada la
semana pasada en Manos arriba, esto es un Acapu, y que
también publiqué aquí en el Planeta hace año y medio.
Es una viñeta que tiene mucho que ver con eso de lanzar
las campanas al vuelo y que luego se nos caigan todas
al suelo. La viñeta está protagonizada por una amiga
mía (que también es amiga tuya, por cierto) que
tiene un problema psicológico. Veámosla:
Ya ves, qué cosas le dice su psicóloga... Es posible
que sí, que ella tenga un problema mental. Es posible.
Pero lo que es seguro es que yo tengo un problema
mental. Y tú. Y tu vecina. Y mogollón de gente con
la que te has cruzado hoy por la calle...
Y quien no tiene un problema mental tiene dos, y
quien se jacta una y otra vez de que tiene una salud
mental envidiable y va por la vida de superequilibrad@
y de superlúcid@ y de superinteligente... en fin,
me temo que esa persona tiene el peor
problema mental de todos.
(pero que no cunda el pánico)
(hasta una persona así puede curarse de su enfermedad)
(sí)
(hay muchas maneras de curarse)
(riéndose de sí mism@, por ejemplo)
Y esto es todo por hoy.
¡Hasta luego!
Cactus, venga, que nos vamos.
9 comentaris:
Ximo hay que lanzar las campanas al vuelo, y hoy más que nunca, ya que Gallardón ha dimitido. Hasta el amigo cactus lo veo hoy más alegre.
Un abrazo Ximo.
Ximo me hipnotizan tus personajes, tu humor, tu ternura y tu ingenio.
¡Felicidades¡
Besos inmensos
tRamos
Este post es tan tan tan gracioso o loco como tu amiga bipolar jaja.
Besos sin apretón a Cactus.
Esa campana está un poco a-tolon-drada.
Saludos.
Tu humor es simpático e inocente. Me gusta (:
:) Las campanas son monísimas...pero es que el cactus...uys, el cactus es mi debilidad, mi tolón de Aquiles :)
Besos, Ximo
Me encanta la tolonera entre bambalinas, déjalas salir más veces que son muy simpáticas. Y de mi querido Cactus..¿qué decir? siempre tan ingenuo y adorable !!!
Ahhhh y voy a pedir cita para esa psicóloga que me parece muy buena ……. consiguió detectar el trastorno bipolar del planeta ………. superprofesional, bravo por ella !!!
Muy buena entrada, Ximo, he pasado un rato de lo más agradable y con una sonrisa de oreja a oreja !!!
:)))))))
Besos !!!
Veig que les campanes donen molt joc a l'hora de fer vinyetes, ja només els faltava treballar al teatre. A mi m'encanten, o sigui que benvingudes siguin. Segur que encara en podràs treure més suc i si algú et diu que ets un toca campanes, tu, ni cas...
I tens raó qui més qui menys, tots tenim algun cargol una mica fluix...
Bona nit, Ximo.
He llegado hasta aquí, viniendo desde arriba y luego sigo, y estoy entre divertida y conmovida por conocer a tus campanas tan monas ellas... y por volver a ver a Cactus con su guasa tan fresca...y esa mezcla de humor con tropezones de crítica que te gastas y que tan bien me sienta.
Un abrazo, Ximo.
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