dijous, 17 de juny del 2021





 





Habréis de reconocer la rabia que recorre las calles de vuestra médula
 universal. Habréis de hacerlo, con generosidad hacia todas vuestras
 células aterrorizadas, habréis de comprender la contumaz estupidez de
 la vecina, y la vuestra propia, si no queréis volver, una y otra vez, a la
 guerra, al genocidio, al filo hiriente de la indiferencia cotidiana y cruel.
 Ojalá os deis cuenta, algún día, mañana por la tarde, o mejor hoy mismo,
 de lo transversal que es vuestra ceguera tóxica. Pero tanteo los pliegues
 de la oscuridad reinante y sé que preferís daros de golpes, unas a 
otras, una y mil veces agarradas a la rabia que se enrosca 
en la médula universal de vuestra cobardía.

Lorei S. Arroyo