Yo, como soy un eminente matemático, podría hablaros de
los algoritmos
que gobiernan las redes sociales, pero no lo voy
a hacer porque no soy un
eminente matemático. Esto que acabo de
decir puede sonar un poco absurdo, pero
comparado con la realidad
reinante en las redes sociales es una tontería
inocente y bastante
decente. Por lo demás, nada más. Hasta luego, gentes sociales
atrapadas en pocilgas antisociales, que las matemáticas
os hagan cosquillas y
que los algorrinos
no os ensucien las alegrías.