Últimamente me ha dado por pensar en
el tema de la natalidad, quizá sea porque
los hombres, a ciertas edades (yo he cumplido
los 18 años hace unos días) (sí, muchos o pocos
días ese ya es mi secreto) nos sentimos con el instinto
de paternidad más exacerbado, y nos da algo así
como una sensibilidad o un ansia o un estrés o un
quéseyoquéesestegozoquetengoenelalma
cada vez que leemos en algún sitio la
palabra natalidad.
Y hoy la he visto escrita en
un artículo que hablaba sobre
la fecundación in vitro, y...
Por cierto...
¿Qué piensas tú de la
fecundación in vitro, Cactus?
¿¿ La fecundación in vitrocerámica ??
Esto...
Señoras y señores,
damas y camilleros...
Yo casi que voy a cerrar el post ya.
Sí, yo me voy a sentar un rato conmigo mismo
a pensar en la natalidad con tranquilidad y
con sosiego y sin Cactus guasones que
interrumpan mis siempre interesantes
y trascendentales reflexiones...
¡Hala! ¡¡Adiós muy buenas!!