Lo del estado de amarla lo vi hace poco en una foto que circula por las
redes asociales; no sé si era una errata o tal vez era una
acción poética
de esas que van por la vida pensando, y haciendo, cosas bonitas.
En todo
caso, y volviendo a la noticia anhelante del InfoAcapuNews (la viñeta
de
hoy es un InfoAcapuNews) (o quizá sea una berenjena) (es bueno llamar
a las
cosas por su nombre) (o por el nombre que más te plazca), pues
eso, volviendo a
la noticia: No por ser una noticia imaginada es una
noticia menos válida que
otra cualquiera, y además yo no he tenido la
osadía (o la desvergüenza) de
acompañarla con esas músicas
altisonantes, telediariantes y, también, un mazo
delirantes.
Y ya para terminar esta académica, rigurósica y muy estudiada ponencia
sobre la información en tiempos modernos, compartiré lo que
dijo
Angela Davis: “No estoy aceptando las cosas que no puedo cambiar,
estoy
cambiando las cosas que no puedo aceptar”. Aunque ese cambio
sea minimísimo, aunque
haya en él alguna que otra errata (en este
escrito, por cierto, alguna errata
hay) (eso sí, están hechas todas a
porpósito), aunque solo sea un cambio para
mí o para ti, o para unas
pocas gentes que no se conforman con arrastrar con
cara de lamento
sus cadenas por los siglos de los siglos, amén. Aunque solo sea
para
decir que no era necesario ni ético ni eficaz el estado de al arma,
que no
era necesaria la represión ni tampoco tratarnos así,
como sospechosas
permanentes.
Porque lo necesario es otra cosa, es aprender, como decía Erich Fromm,
el arte de amar. No, lo urgente y lo importante no es mantener la
vieja ni
la nueva misma normalidad explotadora, competitiva, injusta y cruel.
Lo
urgente y lo importante (y lo digo sin músicas rimbombantes) es instalar
el
estado de amarla. Amar la vida. Amarla sin más. Y amarla sin menos.