−¿Cómo va eso, Ximo?
−Pues ya ves, Cactus, aquí ocupado.
−¿No tienes tiempo de celebrar el 14 de abril?
−Tampoco hay nada que celebrar, Cactus… Ya ves cómo está la cosa:
monarquía y desigualdad social y crispación y mucha tontería
machota campando a
sus anchas.
−¿Quién campea a sus anchoas, Ximo?
−Los merluzos y los deslenguados, por no hablar de los besugos.
−¡Ximo! ¿Hacemos un diálogo de besugos?
−Ya te he dicho que estoy muy ocupado.
−¿Muy escupitajo, estás? ¿Dónde?
−En fin…
−Yo te ayudo, Ximo, yo te ayudo. ¿En qué estás ocupedo?
−Estoy ocuparado en un concurso de humor gráfico, ahora.
−¿Y de qué va, Ximo?
−El tema del concurso es inteligencia artificial,
y robótica, y
cosas de esas.
−¿Y eso es divertido?
−No sé, un poco sí, estoy con algunas ideas… pero es que el plazo
termina el domingo, y… hay otras cosas que hacer, también, y…
−Estas desastresado, eso te pasa.
−Se dice estresado.
−Sí, desastrosado se dice.
−Y un poco troseado.
−Y trifásico perdido.
−¿Y estríasado también?
−¡Camarero! ¡Un ríasado!
−¿Y ahora quién está hablando, el Cactus o el Ximo?
−¡Ya no lo sé, Ximo! ¡Y eso me acongoja, me trastoca,
me arrebata
la identidad toda!
−¡Ah, entonces tú eres el Cactus!
−¡No!
−¿Cómo que no?
−Yes, it is!
−Venga, vamos al concurso, Cactus, ¿me ayudas?
−¡Vale! ¡Hasta lejos, querido vello púbico! ¡Salud, república
y
alegría libertaria para todas las bellas personas!
−Hasta luego…