Y no diré que la culpa sea solo del móvil. Ni de tus manos frías cuando se hinchan de
soledad. Ni de esa paz, ni de ese sol, ni de ese aire... Ni tampoco de ese TODO
que nos roba el cruel y famoso Vacío Multimillonario.
Solo digo que no olvides nunca tu TODO, tu viento que arranca sin piedad las
máscaras del mundo. Y que lo defiendas, y que lo respires. Que lo respires de verdad.
Hasta que no admitas en tu vida ni una mentira más.