divendres, 23 de juny del 2023





 


Eso cuentan los de arriba: lo que les interesa. Y mira que no quería hablar yo de
 lo del sumergible de millonarios, ya ha habido mucha otra gente que lo ha dicho
 muy bien, comparando la cobertura mediática del Titán millonario con la cobertura
 de los naufragios inmigrantes. Y no quería hablar de eso porque, honestamente,
 estoy hasta la coronilla de tantas y tantas veces que esas cosas ocurren, es
 cansino y machacón el discurso cotidiano, da igual si hablamos de unos derechos
 humanos o de otros, solo importan para una breve noticia aislada aquí y otra
 allá, sumergida en ese chorro insaciable lleno de las luchas de poder y ese tono
 adormecedor… La reflexión, la crítica, el espíritu crítico… se disuelve entre tandas
 de publicidad, concursos, series, competiciones deportivas y mil y un etcéteras
 que nunca tienen tiempo de mirar la realidad social cara a cara. Aquí en las 
redes sociales no es muy distinto, los algoritmos se esfuerzan noche y día en
 fragmentarlo todo, en invisibilizar a quien menos tiene, porque quien menos
 tiene no puede pagar eso que ellos llaman “esponsorizar” y además, quitémonos
 la venda: la mayoría no hace otra cosa que mirarse el ombligo y enseñarlo con
 más o menos filtros, la mayoría buscamos en las redes ese hueco para que se
 nos vea, en mi caso mis viñetas… Y acabamos enredados en esa red inmensa, 
sin saber ya por qué seguimos posteando, dando de comer a esas corporaciones
 millonarias. En fin, un mundo dominado por ricachones y ricachonas egoístas
 produce, noche y día, millones y millones de personas egoístas, miedosas,
 apocadas, temerosas de perder lo poco que tienen. Por eso no quiero hablar 
del sumergible, porque me enciendo y porque ya sé de lo poco que sirve decir
 esto o lo otro. Muchas veces opto por el silencio, por no escribir o dibujar nada…
 Así que ya me callo, hasta luego, que no os pille muy cerca el 
próximo naufragio. O sí, nunca se sabe…








(la viñeta es "remake" de una que hice hace una década)