dimarts, 6 d’agost del 2019

















Esta viñeta es de hace poco más de un año, la hice para #noteolvides, una campaña 
de apoyo a ONGs de refugio, y ya la publiqué aquí entonces. Hoy la cosa sigue 
igual de fatal: hoy la cosa sigue siendo una cuestión de dignidad, la de las 
personas que, necesitando refugio, no lo tienen, y la dignidad de las 
personas que, teniendo de todo, no dan nada (y quizá por 
eso hay tanta egolatría vacía enredándose en 
las redes esas que llaman sociales)

Sobre la dignidad, Václav Havel escribió esto en sus Cartas a Olga: 

"Salir en defensa de la propia dignidad no es cuestión de 
una decisión aislada sino de una «práctica existencial», 
cotidiana y más bien exigente: a uno siempre se le 
ofrece más de una oportunidad de convertirse en 
un pánfilo, siempre está a tiempo para ello.

Vivir con dignidad, pues, es siempre un 
esfuerzo, exige ir más allá del lamento 
estéril, de la excusa eterna... 
Y por eso mismo, porque 
cuesta, también 
fortalece
también 
revitaliza
también alegra
No solo a ti. También 
a ese mar que rodea a esa 
isla que cada persona somos.