Nadie insulta aquí al Tribunal Supremo, respeto mucho a la Excelentísima y
Supremísima Sala, tan justa y ecuánime (lo vimos en el impuesto de hipotecas, al
lado de la bienamada Banca) Pues eso: Que viva la justicia social. Y a la otra,
a la injusticia insocial: respeto, justo el mismo que nos tienen.